domingo, 13 de mayo de 2007

La Democracia

Si bien es cierto la forma de gobierno demócratas establecen la participación del pueblo como principal característica, no por casualidad se dice que un gobierno demócrata es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo como dijo alguna vez Abraham lincoln.
Lo que nos hace pensar que esta forma representa en su totalidad a cada uno de los chilenos, ya que todo ser humano que habite el país y que sea mayor de edad (18 años) puede sufragar sin problemas, pero a la hora de elegir tiene que ser en secreto y ser consecuente de sus actos pero sin embargo aunque se manifieste de esta manera simplemente se sabe que esto no sucede de la forma que quisiéramos ya que la política es la política, y hay promesas que jamás se cumplen a la hora de ser electos, o ya cuando asumen el cargo que se le dio a favor de porcentajes votos adquiridos.
La democracia tuvo origen en la antigua Grecia, es una manera gubernamental, era una democracia directa, es decir no se elegían representantes para que tomen dicciones respectivas, los ciudadanos principal mente hombres adulto, ya que a los esclavos, niños y mujeres se le negaba automáticamente el derecho a voto, así que los que podían, tenían el absolutos derecho y deber a asistían a las juntan que se realizaban y tomaban decisiones a mano alzada, o sea que cada vez que tenían que recurrir a una opción levantaban la mano y contaban a los sujetos que tenían el brazo en esa posición, por que como actualmente como todos sabemos esto, se aplica de manera muy diferente es de manera mas personal, secreta, y de absolutamente de libre expresión, puedes votar por quien quieras que crees que es mas conveniente ya sea por sus capacidades de gobernar y llevar a una nación a flote y manejable. Prosigo, es evidentemente de que ya no se puede realizar las votaciones al igual que los griegos ya sea que no se pueda por el número de personas que habitan el país, es imposible que quince millones de personas se juntaran en un recinto para tomar dicciones, por lo que nuestra democracia se torna representativa.
Ponemos todo nuestro empeño a la hora de elegir la persona adecuada que represente al máximo nuestros intereses, deseamos con todas nuestras fuerzas encontrar la estabilidad que necesitamos deseamos transparencia pura por parte de nuestros representante los muchas veces temidos “políticos”.

En resumen, que en la inabordable complejidad del mundo contemporáneo mundializado es un derecho y un deber estar bien informado, formar opinión pública, elegir con responsabilidad y si es caso pedir cuentas; e incluso, a los niveles más inmediatos, deliberar para las resoluciones que nos conciernen más inmediata y cotidianamente y vigilar porque se cumpla lo decidido. Pero no tiene ningún sentido participar de la gestión pública, si no se es funcionario ni gobierno. Sería retroceder al comunismo primitivo de la horda, antes de la división de trabajo que nos ha permitido vivir la complejidad actual.
La democracia debe ser ante todo y sobre todo representativa y no participativa. Hay que estar permanentemente informados de cómo va el acontecer nacional; hay que formar la opinión pública hablando habitualmente de estos asuntos, acostumbrándose a hacerlo con argumentos; no hay que dar un cheque en blanco a los candidatos, exigiéndoles que presenten un programa detallado de gobierno y que lo discutan entre sí públicamente; hay que a elegir responsablemente a los que serán nuestros representantes y prever mecanismos por los que se pueda exigir, incluso ante tribunales independientes, que cumplan lo acordado. Pero son ellos los que tienen que gobernar para crear las condiciones para que los ciudadanos se dediquen a sus cosas.
Si esto decimos del Gobierno, mucho más habrá que decirlo del Estado. Los ciudadanos tienen que tener el derecho de demandar a los funcionarios que incumplan sus obligaciones. Pero son los funcionarios quienes tienes que llevarlas a cabo de la manera más cualificada posible. Los ciudadanos no podemos sustituirlos.